martes, 26 de agosto de 2014

Besos (fragmento) de Tomás Segovia

Nunca había leído un poema de largo aliento con temática erótica tan hermoso, ninguna imagen supera a la otra, la belleza aquí es exponencial. Nunca, es la primera vez, lo juro.

Cuando estaba en segundo semestre de la carrera en Letras Hispánicas, murió Tomás Segovia, un compañero de noveno semestre, en ese entonces, hizo una lectura en honor a Segovia, la imagen de los pezones erectos como alfileres fue algo que se me prendió a la memoria, de tan fuerte, de tanta poesía. No obstante, nunca busqué el poema como tal, hasta hoy.

Me limito a compartir el fragmento con la misma imagen que me ha hecho volver a este poema.






besaré tus pechos globos de ternura 

besaré sobre todo tus pechos más tibios que la convalecencia 

más verdaderos que el rayo y que la soledad 

y que pesan en el hueco de mi mano como la evidencia en la mente del sabio 

tus pechos pesados fluidos tus pechos de mercurio solar 

tus pechos anchos como un paisaje escogido definitivamente 

inolvidables como el pedazo de tierra donde habrán de enterrarnos 

calientes como las ganas de vivir 

con pezones de milagro y dulces alfileres

que son la punta donde de pronto acaba chatamente

la fuerza de la vida y sus renovaciones 

tus pezones de botón para abrochar el paraíso 

de retoño del mundo que echa flores de puro júbilo

tus pezones submarinos de sabor a frescura 

besaré mil veces tus pechos que pesan como imanes

y cuando los aprieto se desparraman como el sol en los trigales 

tus pechos de luz materializada y de sangre dulcificada 

generosos como la alegría de aceptar la tristeza 

tus pechos donde todo se resuelve 

donde acaba la guerra la duda la tortura

y las ganas de morirse


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