domingo, 25 de diciembre de 2022

Antes de navidad de Landis Everson


 Casi llegaba el primer reno

enviado al polo norte en un vagón

desde Laponia

pero un juguete de un reno

llegó primero. 


Un duende inventó el juguete por su cuenta. 

Era el favorito de Santa. No sabía que los renos

ya existían.


Desanimado, el duende estuvo

a punto de destruirlo

pero apareció Santa envuelto por la nieve.

Le dijo: "Usaré un reno real para mi carruaje

siempre bajo el yugo del que tú creaste". 


Esa noche los engranajes que hacían girar 

el Polo se detuvieron y dieron la vuelta al otro lado.

Y así sería. 


Mi amor es un juguete esperando

a que un reno me lleve consigo. 


Poema original en inglés: Landis Everson

Traducción: Arely Jiménez

Ilustración: Arely Jiménez

sábado, 17 de diciembre de 2022

Violencia y metafísica de Derrida (fragmento)

Hay, pues, un soliloquio de la razón y una soledad de la luz. Incapaces de responder a lo otro en su ser y en su sentido, fenomenología y ontología serían, pues, filosofías de la violencia. A través de ellas, toda la tradición filosófica en su sentido profundo estaría ligada a la opresión y el totalitarismo de lo mismo. Vieja amistad oculta entre la luz y el poder, vieja complicidad entre la objetividad teórica y la posesión tecno-política. “Si se pudiese poseer, captar y conocer lo otro, no sería lo otro. Poseer, conocer, captar son sinónimos del poder.” Ver y saber, tener y poder, sólo se despliegan en la identidad opresiva y luminosa de lo mismo, y siguen siendo, a ojos de Levinas, las categorías fundamentales de la fenomenología y la ontología. Todo lo que me está dado en la luz parece estarme dado a mí mismo por mí mismo. Desde ese momento, la metáfora heliológica simplemente aparta nuestra vista y proporciona una excusa a la violencia histórica de la luz: desplazamiento de la opresión tecno-política hacia la falsa inocencia del discurso filosófico. Pues se ha creído siempre que las metáforas quitaban gravedad a las cosas y a los actos, los hacían inocentes. Si no hay historia más que por el lenguaje, y si el lenguaje (salvo cuando nombra el ser mismo o la nada: casi nunca) es elementalmente metafórico, Borges tiene razón: “Quizás la historia universal no es más que la historia de algunas metáforas”. De esas pocas metáforas fundamentales, la luz no es más que un ejemplo, pero ¡qué ejemplo! ¿Quién podrá dominarla, quién dirá su sentido sin dejarse primero decir por éste? ¿Qué lenguaje escapará jamás de ella? ¿Cómo se liberará de ella, por ejemplo, la metafísica del rostro como epifanía del otro? La luz no tiene quizás contrario; no lo es, sobre todo, la noche. Si todos los lenguajes se debaten en ella, simplemente modificando la misma metáfora y escogiendo la mejor luz, Borges, unas páginas más adelante, vuelve a tener razón: “Quizás la historia universal no es más que la historia de las diversas entonaciones de algunas metáforas”.

domingo, 11 de diciembre de 2022

Oda al pene de Cristina Peri Rossi




No es posible tener muy buena opinión
de un órgano membranoso
que se pliega y se despliega
sin tener en cuenta
la voluntad de su dueño.
Que no responde con la razón
que hace el ridículo cuando menos lo esperas
o se pone soberbio
cuando habías decidido mostrarte tímido.
No es posible tener muy buena opinión
de los misiles
ni de los obeliscos de las ciudades
ni de las bombas testiculares.
No se puede estar muy orgulloso
de un órgano de requerimientos tan imperiosos
que obliga a ocultas manipulaciones
a solitarios deseos
o a rápidas penetraciones en turbios cuchitriles
pagando lo menos posible.

Sublímalo querido,
pinta cuadros
escribe libros
preséntate a diputado
escribe letras de rock
compra acciones en la bolsa
todo, todo, para olvidar
esa oprobiosa sumisión
a un órgano que no puedes gobernar,
que no controlas.