Elena Kalis |
I
Una vez te pregunté
qué cosa te gustaría ser.
Me dijiste que una piedra
en el fondo del océano
o una nube en los polos.
Todavía no era consciente
de cuánto amabas tu soledad.
qué cosa te gustaría ser.
Me dijiste que una piedra
en el fondo del océano
o una nube en los polos.
Todavía no era consciente
de cuánto amabas tu soledad.
También hubo un tiempo en
que
me creí la parte más torpe del lodo:
la que ensucia rápido,
sin grandes motivos,
la que se empeña
en expandir su forma.
me creí la parte más torpe del lodo:
la que ensucia rápido,
sin grandes motivos,
la que se empeña
en expandir su forma.
Me he quedado algo sola
pero así está bien, me repito:
Así está bien.
pero así está bien, me repito:
Así está bien.
II
Un hombre estrecha entre sus brazos
el geranio imposible de mi ausencia.
No lo nota.
No lo notará.
A lo lejos,
me olvida sin saberlo.
Yo me topé con su memoria,
aquí estaba,
junto a las raíces de mis manos,
floreciendo distraída.
Un hombre estrecha entre sus brazos
el geranio imposible de mi ausencia.
No lo nota.
No lo notará.
A lo lejos,
me olvida sin saberlo.
Yo me topé con su memoria,
aquí estaba,
junto a las raíces de mis manos,
floreciendo distraída.
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