Casi llegaba el primer reno
enviado al polo norte en un vagón
desde Laponia
pero un juguete de un reno
llegó primero.
Un duende inventó el juguete por su cuenta.
Era el favorito de Santa. No sabía que los renos
ya existían.
Desanimado, el duende estuvo
a punto de destruirlo
pero apareció Santa envuelto por la nieve.
Le dijo: "Usaré un reno real para mi carruaje
siempre bajo el yugo del que tú creaste".
Esa noche los engranajes que hacían girar
el Polo se detuvieron y dieron la vuelta al otro lado.
Y así sería.
Mi amor es un juguete esperando
a que un reno me lleve consigo.
Poema original en inglés: Landis Everson
Traducción: Arely Jiménez
Ilustración: Arely Jiménez