Si ignoras el horror,
si quieres olvidarte de la vida
un rato, entra al hospital más próximo.
Y busca la zona de corta estancia.
Prohibido equivocarse, fumar, llorar a gritos.
Intérnate. El horror estará cerca.
Enférmate, y entonces
arrancarán tu ropa de colores
pesarán tus desmanes y tus dudas.
Escucharán, extraños seres, tu corazón.
Pincharán, sin piedad, todas tus venas.
Querrán de tu dulzura saber todo.
Contarán tus huesos a contraluz
Matarán tu pudor herido y gris
Recibirán completos tus deshechos.
Pondrán anestesia en tu memoria.
Despertarás en blanco
frente a un ramo de minutos muertos.
Todo bien, dirán en algún instante.
Si te puedes ir, no olvidarás nunca.
Lucía Rivadeneyra
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