sábado, 19 de septiembre de 2015

Besé a una feminista una vez




"Besé a una feminista una vez",
dice con la cara enrojecida y con manchas,
con algo pesado descansando en sus hombros, quizá.
"Besé a una feminista una vez"
dice  y todos ríen.
"Ella era fría como el hielo"
dice sin mencionar cómo me calenté
entre sus manos
y ardí como ascuas
hasta reducir su cama en fuego y cenizas.
"Dios, ella era cruel"
dice pero no ha olvidado la vez
que le dije que fuera bueno consigo mismo,
que purgara el veneno que había en sus venas
y arañara el humo en sus pulmones
"Te amo, Te amo, Te amo" dije,
"por favor, ámate también".
"Besé a una feminista una vez"
dice a carcajadas, con un codo en su costado,
él no dice "sus labios fueron la cosa más
suave que ha rozado mi clavícula",
él no dice "ella reprodujo canciones en mi mente",
o "ella me arropó como una cobija",
o "sus dientes en mi lóbulo me abrieron
y me dejaron disperso en las sábanas de su cama doble",
él no dice "yo amé a ese tormento de chica,
amé su pesadez a las cuatro de la mañana,
la amé como las monedas en el fondo de una fuente,
como memorizadas pecas,
la amé como la percepción profunda,
como pulgares opuestos,
La amé, La amé, La amé"
En lugar de eso, él retira
ese algo pesado de sus hombros, 
y también retira de su pecho
el tacto de mis labios  y dice
"De cualquier modo, ella fue una perra enferma".

Lily Cigale






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