jueves, 30 de marzo de 2017
Cinco poemas de Jorge Teillier
CUANDO YO NO ERA POETA
Cuando yo no era poeta
por broma dije que era poeta
aunque no había escrito un solo verso
pero admiraba el sombrero alón del poeta del pueblo.
Una mañana me encontré en la calle con mi vecina.
Me preguntó si yo era poeta.
Ella tenía catorce años.
La primera vez que hablé con ella
llevaba un ramo de ilusiones.
La segunda vez una anémona en el pelo.
La tercera vez un gladiolo entre los labios.
La cuarta vez no llevaba ninguna flor
y le pregunté el significado de eso a las flores de la plaza
que no supieron responderme
ni tampoco mi profesora de botánica.
Ella había traducido para mí poemas de Christian Morgenstern.
A mí no se me ocurrió darle nada en cambio.
La vida era para mí muy dura.
No quería desprenderme ni de una hoja de cuaderno.
Sus ojos disparaban balas de amor calibre 44.
Eso me daba insomnio.
Me encerré mucho tiempo en mi pieza.
Cuando salí la encontré en la plaza y no me saludó.
Yo volví a mi casa y escribí mi primer poema.
**
RETRATO DE MEMORIA
Un cuento de Hans Christian Andersen
Eras frágil
pero no te asustaba cardar lana
aunque sangraran tus manos.
Siempre llevabas un girasol
para iluminar el despertar de los muertos.
Cuando las nubes se posaban en tus hombros
los ríos guardaban silencio
y se detenían a tus pies.
Aunque te prohibieran cantar
tus labios cerrados era un canto
y los cisnes venían a tu llamado.
Hoy recuerdo que eras hermosa.
**
BOTELLA AL MAR
Y tú quieres oír, tú quieres entender. Y yo
te digo: olvida lo que oyes, lees o escribes.
Lo que escribo no es para ti, ni para mí, ni
para los iniciados. Es para la niña que nadie
saca a bailar, es para los hermanos que
afrontan la borrachera y a quienes desdeñan
los que se creen santos, profetas o poderosos.
**
MI AMOR POR TI
Mi amor por ti
Es un vidrio roto por el mal alumno del curso
Una capilla con techo de zinc bajo la lluvia de
Vilcún
Una manzana ofrecida a la profesora por el alumno
bueno del curso
El viento sur jugando ajedrez contra el viento norte
para decidir qué tiempo va a haber
La conversación con los mapuches que desde la costa
traen las estrechas carretas de cochayuyo
El abejorro que zumba deslumbrado al contemplarse
en el espejo
El olor a café en el molinillo de la tía solterona
El recuerdo de rostros bellos como las proas de los
veleros de otro siglo que se recuerdan junto a la
cocina económica
El encanto de leer el Ojo y recitar las tablas de
multiplicar
El gallo de pelea cuyas heridas cura tu padre tras su
última victoria
El maqui de los mendigos que aún no soporta el
aliento de los camiones
El gesto del loco tratando de atrapar un rayo de sol
con su sombrero en medio de la plaza
Un viaje en carreta con los primos para celebrar en
la hijuela familiar el Año Nuevo
Las chispas de la locomotora a vapor iluminando la
noche frente a mi perdida casa
Los nombres de poetas amados que repasamos como
las cuentas de un racimo de uvas de Italia
El primer surco trazado por los colonos con sus
arados de madera
Y en fin
La llave que se nos ha dado para unir la memoria
con el olvido
Y que lanzo al fondo de un pozo
Para que alguien tan afortunado como nosotros hoy
día la encuentre algún día.
**
BLUE
Veré nuevos rostros
Veré nuevos días
Seré olvidado
Tendré recuerdos
Veré salir el sol cuando sale el sol
Veré caer la lluvia cuando llueve
Me pasearé sin asunto
De un lado a otro
Aburriré a medio mundo
Contando la misma historia
Me sentaré a escribir una carta
Que no me interesa enviar
O a mirar a los niños
En los parques de juego.
Siempre llegaré al mismo puente
A mirar el mismo río
Iré a ver películas tontas
Abriré los brazos para abrazar el vacío
Tomaré vino si me ofrecen vino
Tomaré agua si me ofrecen agua
Y me engañaré diciendo:
"Vendrán nuevos rostros
Vendrán nuevos días".
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario