sábado, 4 de marzo de 2017

Canto de Magaly Sánchez






Y por dónde agarrar el poema.
Después del mundo.
Después de la vida.
Tras el amor y abundancia.
Muy atrás de la suavidad
y lejos
muy lejos ya de todo.
Ante nada y frente al vacío.
Medrando en redor la muerte
dónde el poema...

Porque eterna
aeternum es eso que poema
de sécula y per sécula existe un poema.

El poema.

Resulta que siempre sí
en algún rincón
entre la más densa niebla
oculto en el más sólido recio.
En un pliegue
por ahí el sí.
En alguna microfisura
del mundo que somos
ahí está.

Mas
cuando la vida nos deja
para habitarnos la muerte
se deja de pensar en el poema.

Al aplastarnos lo brutal
se nos olvida su aliento.

Ida fortuna los hados a zaga
quedados pasto de la carroña social
dejamos de creer en un poema.

                                  En el poema.

Y

Palabras vienen y revienen desde el inicio.
Llegan. Invaden. Ahogan.
Así me dejan. Se largan hastiadas
preguntando todas. Cuál todo
tal todos

Qué pues es eso que poema
                                          el poema.

¡Ah dioses astros entes!

El poema anda de aquí para allá
viene de allá para acá
y va de aquí hacia más aeternum
per sécula y de sécula.

El poema     uno cualquiera
anda por esos llantos
se sale de risas y sonrisas
camina con toda gente
duerme en lechos a la noche
y en ensueños del día.

Un poema se va para alguna estrella
o se incrusta en algún infierno
se cuelga de un tipo y otro
pende del resuello niño que juega
se mete bribón sabroso y caliente
entre teta y teta de amantes.

El poema ¡ah cábala! se acuesta y se levanta
ronca y alborota
se acomoda en alguna flor
o repantiga en un paisaje.
Va sorteando por vías metropolitanas
o se amodorra en las de provincias.
El poema camina del brazo del tiempo
y hospeda en fugaz parpadeo.

El increíble        el terco poema
que enferma y alivia
que arrima entre hambrientos que anida
contigo y aquél conmigo
el poema de fríos y calores
de tierras y mares
de unos y otros de todos y nadie.
Por dónde cogerlo apropiarlo al poema.

Al poema escapado quién lo alcanza.
Al perdido quién lo encuentra.
Al negado quién lo adquiere.

Se vuelve a tenerlo        a guardarlo
a vivirlo...

Vacíos dónde lo asentamos
secos cómo lo calmamos
muertos dónde cómo lo amamantamos.

Al poema este ser del ser. Ser de mí
vive.

Vive aunque sea en mi fatiga.
Alienta con la derrota.
Sombra de mi sombra.
Eco de mi balbuceo.
Reflejo de la oscuridad.

El poema amargo de tu amargura.
Nostalgia del sueño ido.
Imagen de lo acariciado.
Hoy el poema es pena.
El silencio tuyo.
La obligación al supuesto.

Malvives poema en mis grilletes
amordazado en los labios
maniatado a mi condena
oscilando en los callos
y en la alienación formado.

Hoy se lleva al poema a cuestas
se le deja en gradas del recinto
se le malviste de andrajos
y alimenta de basofia.

Ahorita el poema tú poema
esa pena y odio y tedio.
Este grito y lloro y vacío
anda escondiéndose de ti y de sí mismo.
De puntillas te pisa deseando pasar
inadvertido.

Se pone la capa de la nada
para no inquietarte con su reproche.
Se oculta en tu conciencia dormida.
Teme despertarla por tu furia
a nueva vigilia colérica y acusante.

Encerrado y capado como monstruo
ahora avergonzamos de su ser
se le traiciona brillantemente
y se llora desesperado
sin arrullarlo como antes.

Se hace cobarde contigo
y trampea remedándote.
Fornica por complacerte
y justifica tu pereza y comodinidad
holgazaneando y volviéndose comodón.

De la entretela de la malignidad.
De entre la consuntiva soledad.
Dizque viviendo porque muriendo
el asiento de la vergüenza
que consume en tu cuenco
zarandea al poema sin cuidados.
Lo saca a rastras de ti y de sí
y te lo plantea enfrente
para rubor de ambos.


Esto eres

Esto soy


Esto    miremos a ojo raso   somos.

Remedo de algo que quiso ser
que pudo serse
remiendo sólo del puro y recio lienzo
que en alguna era infecha nos cubrió
cálido.


Esta horra caricatura del recuerdo
soterrado.

esto somos.

Soledad  el nombre
alias        la agonía
sexo        impotencia
clase       cobardía.

Esto

edad credenciales tarjetas de identidad
domicilio oficio profesión

somos


impostores
ísmos y antípodas cloacas
adefesios decadencia y desgénero.
Habrá que decir todo.

Estamos cara a cara.
Desvergüenza a desvergüenza
sin el mínimo pudor.
Perdida sin vergüenza         la vergüenza
de la vergüenza.

Hay que decirlo todo.

Lo dirás poema           y lo diré.

Diremos todo.
Tú y yo poema.
Rostro en rostro
y frente al frente
con la vida a espaldas
y el hueco de muerte adelante


dirás y diré.

Puntearemos
sin reparos por el estriptís
tu verdad y la mía
                            nuestro canto
                                          Poema.

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