¿Si el agua pudiera definirse, existirían los ríos? Permanece callado, quién sabe que alquimia tense
sus jarcias. Retiro mi pregunta al cajón donde los poemas laxan su aliento
inscrito de coral.
Pablo es físico, creo. En realidad, no lo sé. Estoy más
convencida de su adiestramiento para construir el silencio como una promesa de
ola.
Si el agua decidiera
fijar su forma y no fluir, ¿habría ríos? Toma mi pregunta, la destripa
con parsimonia:
La forma es sólo un parámetro definible entre muchos. Puedes definir algo tan inespecífico como
quieras, decir: sea A un número entero y durante el proceso matemático, A
referirá a un número entero cualquiera. Pero, si todos los parámetros estuvieran perfectamente
definidos, si A fuera un número entero entre 1 y 1… Entonces, no existirían los
ríos.
Permanecí muda, él también. Discurrimos lentamente, de orilla a orilla. Había, pese a todo, un
cauce de salmones irisados por el deshielo, los tomamos con las manos, la luz pesaba
oculta en sus cuerpos como una sentencia. Agradecimos la existencia de los
ríos, llevaban al mar. Allí le preguntaría si puede escuchar las olas distendidas en una
caracola, quizá entre una marejada de
variables, se escondería el canto
aterido de una sirena.
Arely Jiménez
Poema publicado originalmente en la Gaceta Río Arriba sobre ciencia.
Arely Jiménez
Poema publicado originalmente en la Gaceta Río Arriba sobre ciencia.
Vientos! Chido, Arely!
ResponderBorrar