sábado, 16 de enero de 2016

Double slit


¿Si el agua pudiera definirse, existirían los ríos?  Permanece callado, quién sabe que alquimia tense sus jarcias. Retiro mi pregunta al cajón donde los poemas laxan su aliento inscrito de coral.
Pablo es físico, creo. En realidad, no lo sé. Estoy más convencida de su adiestramiento para construir el silencio como una promesa de ola. 
Si el agua decidiera  fijar su forma y no fluir, ¿habría ríos? Toma mi pregunta, la destripa con parsimonia:
La forma es sólo un parámetro definible entre muchos.   Puedes definir algo tan inespecífico como quieras, decir: sea A un número entero y durante el proceso matemático, A referirá a un número entero cualquiera.  Pero, si todos los parámetros estuvieran perfectamente definidos, si A fuera un número entero entre 1 y 1… Entonces, no existirían los ríos.
Permanecí muda, él también. Discurrimos lentamente,  de orilla a orilla. Había, pese a todo, un cauce de salmones irisados por el deshielo, los tomamos con las manos, la luz pesaba oculta en sus cuerpos como una sentencia. Agradecimos la existencia de los ríos, llevaban al mar. Allí le preguntaría si  puede escuchar las olas distendidas en una caracola, quizá  entre una marejada de variables, se escondería  el canto aterido de una sirena.

Arely Jiménez

Poema publicado originalmente en la Gaceta Río Arriba sobre ciencia. 

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