Mariana Motoko |
Mientras estuvimos juntos
fuimos un par de tijeras provechoso.
Después de separarnos
éramos nuevamente un par de cuchillas afiladas
clavadas en el cuerpo del mundo
cada una en su propio lugar.
Las hojas muertas atrapan el fuego rápidamente
y también así se queman, en poco tiempo
cambian de ser algo a ser nada.
Mediodía. El cielo impasible, azul,
bajo el fuego, hay tierra gris.
Qué pronto desaparece todo, qué rápido
el humo se aclara.
Y donde había una pila de hojas,
surge un vacío que de pronto parece vasto.
Cruzando el camino, un chico está mirando.
Permanece largo rato viendo las hojas arder.
Tal vez así es como descubres que la tierra está muerta,
al incendiarse.
Sueño en otro idioma, Ernesto Contreras. |
Todo a mi alrededor son palabras, palabras y más palabras,
crecen en mí como hojas,
no parecen detener nunca su lento crecimiento
desde muy adentro...
Pero me digo a mí misma que las palabras son peligrosas,
que hay que tener cuidado con ellas,
pueden ser tantísimas cosas:
un abismo donde los pies que corren deben detenerse,
mirar un océano con olas hipnóticas,
una explosión de aire caliente,
o un cuchillo dispuesto a cortar la garganta de tu mejor amigo.
Las palabras son un peligro pero crecen en mí
como en un árbol,
no dejan de llegar del silencio,
de un lugar muy profundo
muy adentro.
Poema: Kamala Das
Traducción: Arely Jiménez
Elena Odriozola |
Hacer que un hombre te ame es fácil.
Solo sé honesta sobre tus deseos como mujer.
Párate desnuda con él frente al espejo.
Así podrá verse a sí mismo como el más fuerte
-eso cree él-
y a ti, mucho más suave,
más joven, más adorable.
Acepta tu admiración.
Nota la perfección de sus extremidades,
sus ojos enrojeciendo bajo la regadera,
su caminar tímido por el piso del baño,
tirando las toallas
y la manera torpe en la que orina.
Todos los detalles de fondo que lo hacen
hombre y el único hombre para ti.
Obséquiale todo.
Regálale aquello que te hace mujer,
el aroma de una cabellera larga,
el almizcle dulce entre los pechos,
la tibia colisión de la sangre menstrual
y todas tus interminables hambres venusinas.
Sí, conseguir que un hombre te ame es fácil,
pero vivir después sin él debe ser enfrentado.
Un vivir sin vida avanzando, conociendo extraños,
con tus ojos que dejan de buscar,
con oídos que solo escuchan la última vez
que pronunció tu nombre
y un cuerpo que solo bajo su tacto
brillaba como latón bruñido,
ahora grisáceo y empobrecido.
Kamala Das (India, 1934-2009)
Traducción: Arely Jiménez (México, 1992).
Ana Jarén |
LENGUAJE
Cuando un hombre está enamorado
¿Cómo puede usar palabras viejas?
¿Debería una mujer que desea a su amante
acostarse con gramáticos y lingüistas?
No dije nada a la mujer que amaba
pero guardé en una maleta
los adjetivos del amor
y hui de todos los lenguajes.
LA LUZ ES MÁS IMPORTANTE QUE LA LINTERNA
La luz es más importante que la linterna,
el poema es más importante que el cuaderno,
y el beso es más importante que los labios.
Mis cartas para ti
son más grandes e importantes que nosotros.
Son los únicos documentos
donde el mundo descubrirá
tu belleza
y mi locura.
NO TENGO EL PODER
No tengo el poder de cambiarte
o explicar tus maneras
Nunca creas que un hombre podrá cambiar a una mujer
Esos hombres son solo charlatanes
que piensan
que ellos crearon a la mujer
de una de sus costillas.
Las mujeres no salen de la costilla de un hombre, nunca.
Es él quien sale de su útero
como un pez elevándose de las profundidades del agua
como arroyos que echan raíz del río
Es él quien forma círculos bajo el sol de sus ojos
e imagina que está fijo en un lugar.
No tengo poder para domarte
o domesticarte
o mitigar tus instintos fundamentales.
Es una misión imposible.
He probado mi inteligencia contigo
también mi estupidez
nada funcionó contigo, no hay una guía.
Traducción del inglés: Arely Jiménez